Las fregadoras industriales nos facilitan la dura tarea de limpiar suelos, especialmente en las empresas, en el sector de servicios y el agrícola. Sobre todo, cuando hablamos de grandes superficies.
Cada vez, las fregadoras son más sofisticadas y disponen de características que las dotan de automatización, gracias a los nuevos componentes electrónicos que controlan las funciones vitales de estas y nos ayudan a determinar el origen de la avería.
Se debe tener en cuenta que las fregadoras trabajan con suciedad y con humedad, enemigos de la electrónica y de la mecánica. Por ello, para que las fregadoras tengan el máximo rendimiento y un cuidado adecuado, se deben ejecutar las tareas de mantenimiento diarias, según marca cada fabricante.
Lamentablemente, nos acordamos del servicio técnico cuando la fregadora no funciona, o necesitamos solucionar algún problema en la situación puntual. Entonces, se recurre a reparar la máquina de forma rápida y urgente. Esto, ocasiona un aumento de coste, pérdida de tiempo y paralizaciones en la propia producción.